Rodolfo Antonio Góngora: Amor y disciplina

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Góngora 02 PNRFotos: Alexis del Toro

Detrás de los espejuelos asoman ojos rojos y somnolientos. Recién concluía un servicio de guardia en la unidad de la policía de Narciso López y Martí, en la cabecera provincial, cuando el Mando le ordenó ir a nuestro encuentro. Educado y con la mayor disposición salió a cumplir esta misión, la única a la que puso reparo en sus más de 20 años de trabajo en la PNR.

Y es que, el subteniente Rodolfo Antonio Góngora Rodríguez, actualmente investigador criminalista, afirma que lo de él es trabajar hasta lograr el éxito en cada caso que llega a sus manos, no por reconocimiento personal, sino para satisfacción de los afectados.

Pero sus superiores saben la valía del hombre y del policía que cabe en el menudo cuerpo de Góngora, quien en más de una ocasión ha estado en la línea de fuego en el cumplimiento de misiones de alto calibre, como los aseguramientos a importantes visitas internacionales y de primer nivel en el país, así como eventos de trascendental envergadura, en su mayoría en la capital cubana, donde se estrenó como agente del orden público.

Precisamente en la cosmopolita ciudad habanera descubrió el mundo de posibilidades que ofrecen las filas de la Policía Nacional Revolucionaria, PNR, para quienes deciden formar parte de sus filas.

“Desde entonces portar el uniforme azul ha sido un honor y la oportunidad de crecerme no solo en lo profesional, sino también como persona”, asegura Góngora, quien no imaginó nunca que de reparador de fosforera en las cercanías de Las Seis Columnas se convertiría en un sagaz y astuto policía, querido y respetado por todos en cualquier escenario que esté.

¿Cómo fue este tránsito?

Me fui para La Habana por un llamado que hizo el Ministerio del Interior (Minint). Tendría unos 21 años de edad. Llegué, sin conocer nada del lugar y sin familia. Ingresé en el Instituto Superior Capitán San Luis. Al año era agente del orden público.

Al graduarme con el grado de suboficial, por mis resultados me desempeñé como jefe de pelotón de la brigada provincial de policía de ciudad de La Habana, labor que realicé luego en los municipios de Plaza, Centro Habana, El Cerro y Habana Vieja y ya con un poco de experiencia, adquirida también con la práctica y los conocimientos del curso de instrucción policial, asumí la jefatura del grupo de enfrentamiento del municipio Plaza de la Revolución. Aquí me pertreché de mucha perspicacia en esta etapa.

La capital me nutrió de muchas habilidades en el trabajo, pues estuve en el aseguramiento de grandes acontecimientos relacionados con la llegada de Elián a Cuba, cumbres, el tránsito del Comandante en Jefe, en fin, fueron muchos los momentos trascendentales en los que participé.

¿Cómo asumió esta etapa?

Era joven. Cinco o seis años de experiencia. Pero asumí todas las tareas con una gran responsabilidad y mucho esfuerzo de trabajo. A mí me gusta la carrera militar y un policía es militar. Hay que tener disciplina, interés en el trabajo por muy difícil que sea.

Para lograr un resultado dentro del Minint tienes que sentir amor al trabajo y no pensar tanto en ti, sino en la persona que puede ser dañada. Hay que ir a las misiones con firmeza. Siempre he buscado resultados en cada tarea, no para mi bien personal, ni para que me condecoren. Lo ganado ha sido trabajando.

Es verdad que enfrentamos carencias, pero no podemos enfocarnos y dejarnos absorber por los problemas, hay que buscar el lado positivo, por ejemplo que aprendemos cada día más, pues no solo la academia da conocimientos, en la línea de fuego, en la calle, también se aprende.

¿Qué requiere el policía para lograr un buen desempeño?

Además del amor, la consagración, la disciplina y el respeto, hay que analizar la misión antes de comenzarla. No se puede ir al terreno con dudas. Hay que nutrirse primero del lugar y las personas a las que te vas a enfrentar. En el caso del investigador debe analizar como cumplir su tarea sin crear conflictos. Por ejemplo cuando se hace un registro en un domicilio, se prevé quiénes viven, qué se necesita para apoyar la tarea, pues no todos los convivientes son ciudadanos con conductas reprobables, puede haber una embarazada, una anciana y para actuar se tiene en cuenta cada detalle.

Góngora 01 PNR

A su regreso a Holguín se desempeñó en varios frentes, pero donde más tiempo permaneció fue en la labor de jefe de sector…

Estuve en identificación y registro, oficial de guardia en atención a la ciudadanía, inmigración y extranjería en el aeropuerto internacional, jefe de sector, jefe de los consejos Harlem y Lenin, en este último atendí cinco sectores de la policía en Reparto Lenin, Nuevo Llano, Salida de San Andrés, El Llano y Libertad. Fue un trabajo fuerte, no dormía casi, pero logré tener un dominio de todo lo que ocurría y la caracterización completa de la zona, conocí todo el potencial delictivo y revolucionario, eso es fundamental.

La etapa como jefe de sector me permitió el contacto con diferentes tipos de personas en la sociedad, con todos me relaciono y los saludo, siempre manteniendo la línea de respeto, pues la labor que se realiza es comunitaria. Lo aprendido en este frente me ha servido de mucho para mi actual desempeño, y he podido contribuir al esclarecimiento de varios hechos.

¿Y el investigador criminalista?

Tiene que ser efectivo en el primer ataque, en la preservación del lugar de los hechos, en lo que puede contribuir la víctima, eso es importante. Pero también debe ser muy sagaz en la búsqueda de todos los elementos criminalísticos e investigativos y en la información de los posibles comisores del delito.

A veces se complejiza la respuesta a un hecho porque hay elementos diversos, y requiere de mayor análisis y estudio, de mucha investigación, pero siempre hay variantes que en un estudio operativo profundo se puede llegar, fundamentalmente con la cooperación del pueblo.

Usted ha tenido que enfrentar a ciudadanos con conductas bastante complejas. ¿Esto le ha traído alguna dificultad para su integridad física?

Nunca he sufrido un hecho de agresión, ni he tenido que levantar denuncia por desacato, atentado, o resistencia. He podido dialogar. Creo que en el arte de conversar mucho con las personas, y usar métodos persuasivos para hacerlos entender sobre la gravedad de la situación en las que se encuentran, está gran parte del éxito. La comunicación es importante no solo con los superiores, también con quienes cometen fechorías. Sin maltrato.

Mensaje para el relevo de sus filas

Que se preparen. El trabajo policial es bonito. Tenemos limitaciones pero como todo militar que se respete sabe de qué lado está el deber. Eso no significa que tengas que apartarte de la familia ni de las actividades sociales. Cada cosa tiene su momento.

Por eso insisto en que tiene que gustar la profesión, tener convicciones, ser abnegado, humano, buen compañero y subordinado y escuchar, el intercambio con la población es primordial.

Satisfacciones

Todo se lo debo a la Revolución, con ella nació la PNR y en estas filas me cultivé como el hombre de bien, con valores y disciplina. Creo que la calidad de persona que soy hoy, la humildad que nos caracteriza y la modestia, provienen de las enseñanzas de la policía, y lo que me ha llevado a alcanzar resultados y reconocimientos, como la condición Elogio a la virtud y distinciones.

Por último ¿qué significa ser policía?

Altruismo. Obrar por el bien común, mantener la tranquilidad de un pueblo con gran tradición de lucha por su soberanía e independencia.
Góngora lo resume en pocas líneas, pero bien sabe desde su modesto actuar cuanto encierra su profesión para los que solo vemos sus ojos rojos y somnolientos, que no tendrán muchas horas de descanso, pues hay que seguir estudiando e investigando y acudir al llamado siempre que requieren de su presencia.

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