“La vocación nace con uno mismo”
- Por Melissa Laura del Cerro Figueredo
- Publicado en Cultura
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Al decir de Carlos Varela los sueños son esas pequeñas cosas que ayudan a vivir. Leonardo Martínez Taboada, un guajirito de San Germán nacido en un ambiente rodeado de cañas y olor a melaza, jamás imaginó abrazar el oficio del periodismo de la mano del arte de combinar los sonidos en el tiempo.
Cursaba el tercer año de Periodismo cuando inició su carrera como músico profesional con el grupo Muralla. Cultivador de la Nueva Trova y otros estilos participó en eventos holguineros como las Romerías de mayo, la Semana de la cultura holguinera y la Fiesta Iberoamericana.
Una vez egresado de la Universidad de Oriente fungió como bajista en Karachi. Con los meteoros del caribe protagonizó giras a México, Ecuador y Surinam.
Dos profesiones sellaron tu destino desde la infancia. ¿Cuándo descubriste tu verdadera vocación?
Creo que no hubo necesidad de descubrimiento. La vocación nace con uno mismo. Tal vez sea ese el resultado de la influencia divina, es decir, un don otorgado por Dios. Tampoco se pueden obviar las aptitudes. No todos pueden ser periodistas ni músicos.
En la etapa como estudiante del Instituto Preuniversitario Vocacional de Ciencias Exactas José Martí quería estudiar Derecho. ¿A qué se debió este cambio?
De algo estaba seguro, mi "norte" giraría en torno al perfil de lo social y humanístico. A mi madre, profesora de español, y a mi carácter soñador matizado por lo aventurero, les debo una pasión empedernida por la lectura.
Una vez te comenté que desde niño hacía periodismo inconscientemente, en el consejo pioneril asumía el cargo de Corresponsal. Reportaba a través de la radio base del central de mi pueblo, afortunadamente San Germán cuenta con una emisora radial: la Voz del Azúcar.
En la vocacional quise rendir culto a otra de mis virtudes innatas, el sentirme defensor de las causas justas. Nunca me gustó el abuso, por eso pensé que lo más cercano sería la carrera de Derecho.
¿Algún paradigma o mentor influyeron en tu profesión?
Toda profesión necesita de paradigmas o mentores, nadie es totalmente independiente. En mi caso influyeron José Martí; el apóstol era muy consecuente, no creaba barreras en la comunicación.
Para los niños la Edad de Oro, para los tabaqueros de Tampa y Cayo Hueso el lenguaje sencillo. De García Márquez admiro mucho cómo mezcla lo místico con lo real, es capaz de fabular sin alejarse de la realidad objetiva.
Considero como mi verdadero paradigma a Pablo de la Torriente Brau; resume la esencia del verdadero periodista. Una filosofía suya me marcó para siempre y parafraseo: porque mis ojos se hicieron para ver cosas extraordinarias y mi maquinita de escribir para contarlas.
Si de mentor se trata, tengo que mencionar a Rubén Rodríguez. A Rubén le asiste el don de identificarse con los estudiantes, le apasiona enseñar, elogia en público y critica en privado. Su sencillez y humildad te calan en lo profundo. No establece distancias profesor-alumno, más bien te ve como un hermano.
¿Cuánto le debes a tu familia?
Mis padres influyeron en mi formación, pero sin lugar a dudas todo se lo debo a mis abuelos. No me alcanzará la vida para agradecerles tantos sacrificios en virtud de hacerme un hombre de bien, en inculcarme valores como la sencillez, la nobleza, el asumir la pobreza con dignidad.
Desde niño sufrí carencias materiales pues mi abuelo debía mantener a una familia numerosa, pero el vivir en un ambiente humilde no me hizo extraño.
Decidí seguir sus consejos y un axioma martiano: ser culto es el único modo de ser libres. La única forma de retribuirles sus sacrificios fue estudiar a toda costa.
Te has convertido en un músico consagrado. ¿Has encontrado puntos en común entre ambas profesiones?
Por supuesto que hay muchos puntos en común. La música, como el periodismo, son artes, requieren de mucho ingenio creativo, de receptores. Necesitan nutrirse de una sensibilidad marcada, de una vocación.
Otro punto en común es el sacrificio y constancia; hay que leer mucho, renovarse, nutrirse de las nuevas herramientas y tendencias sin caer en lo cursi. A modo de resumen; periodista y músico hasta la sepultura, uno nunca deja de serlo.
Llegar a donde estoy no creo que sea el resultado de la suerte, más bien de la constancia y una fe ciega. No siempre el fin justifica los medios. A veces estar en el lugar y la hora apropiados puede traer resultados alentadores.
Comentarios
FELICIDADES leonardo.
Para ti:Melisa.VEO QUE ESCOGISTE MUY BIEN TU PROFESIÓN. FELICIDADES por tan exelente trabajo.Dios t Bendiga.