Tema viejo en Villa Nueva
- Por Maribel Flamand Sánchez
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No estaban errados quienes pronosticaron corta vida a la recién restaurada carretera que atraviesa la comunidad de Villa Nueva, en esta ciudad de Holguín, desde la fábrica de cigarros Lázaro Peña hasta la carretera al Valle de Mayabe, y por donde transita usualmente el ómnibus local P1, en sus viajes de ida y retorno entre Ciudad Jardín y el hospital Clínico Quirúrgico.
La arteria reparada hace apenas cuatro meses, hoy muestra un alarmante estado de deterioro. Por la manera como se realizaron las acciones de reparación, era fácil advertir que aquello sería una pérdida de tiempo y malgastar el asfalto, material cuya carencia es la causa principal del estado de muchas vías en la ciudad y más allá.
Allí se dedicaron, solamente, a tapar los innumerables huecos que, por sus diferentes formas, profundidad y extensión requerían la sustitución total de una parte importante del pavimento, así como acciones de compactación del suelo, hundido en varios tramos.
La situación no es nueva, que recuerde, en otras dos ocasiones anteriores las arterias del reparto se repararon con resultados similares. La reacción inmediata ha sido, invariablemente, la suspensión del transporte y las perjudicadas han sido siempre las decenas de personas que recorren distancias considerables para abordar el P1 y retornar a sus hogares.
Hay incertidumbre entre los residentes en Villa Nueva por la suspensión del transporte o las “alternativas”, pero la incomodidad es generalizada ante la persistente falta de calidad con que se acometen incluso obras con alta repercusión social.
Un viejo sindicalista, vinculado al sector de la construcción, me comentó sobre las fisuras que ya muestra el falso techo de la Terminal de Ómnibus Nacionales, de reciente construcción. Con pesar, dijo que al parecer el vocablo eficiencia ha trastocado su significado de tanto pronunciarlo.
Cierto que eficiencia es un término muy recurrente por estos tiempos. La palabra forma parte de la cotidianidad de quienes se ocupan en una actividad física o intelectual. En murales de centros laborales o de estudio, en pancartas, carteles y propaganda en los medios masivos se trata constantemente sobre la necesidad de llevar calidad a todo cuanto hagamos en materia de producción o servicios.
Elevar el empleo de las reservas de eficiencia en nuestra economía es tarea estratégica del movimiento sindical cubano en el actual año 2018, según consta en el documento base del XXI Congreso de la Central de Trabajadores de Cuba, previsto para enero del 2019.
Esta capacidad para conseguir el resultado o el efecto deseado en lo que hacemos es imprescindible para lograr avances en medio de las dificultades financieras y materiales del país. De acuerdo con estudiosos del tema, ser eficientes es la única vía que permite a economías subdesarrolladas como la nuestra y donde las restricciones económicas financieras se expresan de manera tan acentuadas, una solución certera es el necesario tránsito hacia un modelo basado en ganancias de productividad y eficiencia.
Pero la eficiencia no llega sola, se necesita exigencia, capacitación para habilitar a la fuerza de trabajo en la labor a realizar, crear condiciones de trabajo adecuadas, hacer que el trabajador adquiera conciencia sobre el valor de lo que hace, utilizar los recursos materiales y humanos racionalmente, aprovechar al máximo las potencialidades existentes y sobre todo supervisión y control sobre cuánto se hace, mecanismo que a todas luces falta en no pocos procesos de producción.
Qué otra cosa, si no, estuvo ausente durante la reparación del tramo de carretera que atraviesa a Villa Nueva, cuando vecinos y transeúntes advirtieron lo que constructores e inversionistas no vieron.
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