Inteligencia emocional desde la infancia

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Algunos padres creen que con solo saber matemática, física o química es suficiente para los muchachos y subestiman lo decisivo que es educar los sentimientos, otros ya saben la importancia de los primeros mil días, desde la gestación, para el nuevo bebé.

De acuerdo con especialistas, ese período es crucial con el fin de consolidar el mejor desarrollo para el resto de la vida, al producirse el fenómeno denominado programación temprana, desde su inicio en el cuidado del embarazo, lactancia materna, con una nutritiva y variada alimentación complementaria.

Y muy cardinal cultivar, constantemente, el afecto, en toda esa etapa, para crecer seguro, al fortalecer la autoestima, con mayores oportunidades para enfrentarse a este complejo mundo, por eso es significativo saber orientar juegos, con esas intenciones, desde el protagonismo de los padres.

Los sentimientos son señales que genera el cuerpo para ayudarnos a comprendernos a nosotros mismos y a tomar buenas decisiones. Por ejemplo, sentir miedo en una situación determinada es una señal útil para mantenerse a salvo de cualquier peligro.

Según la clasificación, en 1972, por el psicólogo norteamericano, Paul Eckman, experto en el estudio de las emociones, existen seis básicas: felicidad, tristeza, asco, miedo, sorpresa e ira, muy decisivas para su consolidación o no desde los primeros momentos del bebé.

La importancia de trabajar con las inquietudes entre los niños radica, no solo en generar capacidades como la inteligencia emocional, sino facilitar que puedan crecer sanos, productivos y aptos socioemocionalmente, desde la importancia, en todos los momentos posibles, acompañarlos, observarlos, con total respeto por el tiempo individual que cada uno necesita para crecer, y siempre alertas, ante la más mínima alteración.

Fundamental que los niños aprendan a controlar y a gestionar sus emociones, les ayudarán, favorablemente, en el desarrollo intelectual y social, siempre cuidando la evaluación autocrítica de la propia conducta, a favor del menor desgaste psicológico para hacer frente a las dificultades que aparecen, con seguridad para encarar las más complejas.

Hay que saber consolidar la escucha activa, receptividad a las críticas, autoaceptación de determinadas realidades, con una actitud optimista, al priorizar la mentalidad positiva y desechar la negativa, así como saber retirarse en el momento adecuado y elegir formas saludables de cuidarse.

La educación emocional es un proceso permanentemente educativo y continuo durante toda la vida, a favor de potenciar el desarrollo de las competencias apasionadas como elemento esencial del desarrollo integral.

Muchos conocedores del tema recomiendan: “Leer una lista con las mejores frases de inteligencia emocional es uno de los ejercicios más efectivos para reflexionar sobre tus acciones diarias, interacción con las personas de tu entorno, ya sean conocidas o extrañas”.

Para la argentina Nia Ayanz, consultora y profesora del curso de inteligencia emocional para líderes: “las emociones son la puerta que debemos abrir para llegar a donde queremos en el contexto actual de cambio continuo”.

 

Author: Hilda Pupo Salazar
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Periodista especializada en temas de educación y valores. Autora de las columnas Página 8 y Trincheras de ideas.

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