Siempre en Batalla de Ideas
- Por Rodobaldo Martínez Pérez
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Las marchas del pueblo combatiente y las tribunas abiertas, con participación totalmente voluntaria, son contundentes trincheras para defender las ideas de la Revolución Cubana, como hace 22 años, aquel 5 de diciembre de 1999, cuando Fidel inicia la estrategia para el regreso del niño Elián González Brotons, secuestrado en el imperio.
Así comienza una nueva etapa en la Batalla de Ideas del pueblo cubano, el movimiento popular más prolongado y masivo, de los que hasta el momento se conoce desde el 1ro de enero de 1959, con la firme decisión de que “sembrar ideas es sembrar Revolución”.
Esta batalla por la vida, la Patria y la humanidad constituye poderosa acción política, con debate de carácter ético, en defensa de la justicia social conquistada, de la integridad nacional y el internacionalismo, con reclamos de causas justas para Cuba y el resto de los países, al denunciar agresiones y atropellos de que reiteradamente son objetos, con un conjunto de programas -más de 200-, para importantes cambios en la calidad de la coexistencia de los cubanos.
La Batalla acontece en las libres calles cubanas, para ratificar la devoción del pueblo por su Revolución y su Comandante, con la disposición de dar la vida, si fuera necesario, por mantener la soberanía conquistada con el filo del machete. Fidel en el aula magna de la Universidad de Venezuela, el 3 de febrero de 1999, lo reitera: “Una Revolución solo puede ser hija de la Cultura y las ideas.”
El niño matancero Elián, con su madre, que lamentablemente pierde la vida en el mar y un grupo de balseros llegan a las costas de Estados Unidos. Entonces la parentela de Miami, el Gobierno Yanqui y la mafia cubano -americana, hacen hasta lo imposible para impedir su regreso a Cuba, a pesar de que su padre, Juan Miguel González, lo reclama frente a la entonces Oficina de Intereses de los Estados Unidos, en La Habana.
De manera espontánea hay un acto, con más de mil participantes, la mayoría jóvenes, frente a la oficina para acompañar al Padre del niño e inicia así la primera tribuna abierta de este nuevo enfrentamiento al enemigo.
La Batalla de Ideas acompaña, siempre, a la Historia de Cuba, José Martí, en su ensayo Nuestra América, al exponer la importancia de las ideas para salvar América subraya: “Trincheras de ideas valen más que trincheras de piedras” y en varios momentos enuncia los conceptos como: “armas para la batalla, batalla de la vida, batallas del espíritu.”
Fidel Castro en el VII Congreso de la Unión de Jóvenes Comunistas, el 10 de diciembre de 1998, define las estratagemas para una contundente ofensiva en el campo del pensamiento: “Los peligros de agresiones militares no pueden descartarse totalmente; pero hoy, hoy eso es lo importante: la batalla, es Batalla de Ideas”.
Define al evento juvenil como una reunión con los representantes de la tropa élite de la Revolución y del Partido en un momento de gran importancia y trascendencia para nuestro país y cuando estamos librando una gran batalla, y no solo la estamos librando, sino que la estamos ganando. Cuando hay que reunirse, en medio de esa batalla, con la tropa élite para debatir, analizar, profundizar, trazar planes, estrategias, se abordan temas y se elaboran ideas, como cuando se reúne el estado mayor de esa tropa élite.
El 23 de diciembre, ante un grupo de niños que custodiaban la Sección de Intereses de Estados Unidos, en La Habana, con motivo de la marcha en reclamo del niño Elián González, en el círculo social "José Antonio Echeverría", Fidel asevera: “Lo que se inicia hoy es la segunda etapa de la batalla de masas que venimos librando desde el domingo 5 de diciembre.
“Ha sido y es una Batalla de ideas, de opinión pública nacional e internacional, de principios legales, éticos y humanos, entre Cuba y el imperio, que en nuestra patria es apoyada por una de las más grandes y combativas movilizaciones que ha tenido lugar a lo largo de nuestra historia”. Al fin se logra este triunfo con el regreso del niño Elián el 28 de junio del 2000.
Fidel denomina esa lucha como de tipo ideológica y cataloga a las ideas como las armas fundamentales, las municiones fundamentales son las ideas, y “nosotros tenemos que pertrechar de ideas a nuestros cuadros, para que ellos, a su vez, las vayan transmitiendo a toda la juventud y a todo el pueblo”.
En la Cuba de hoy, con desafíos diferentes, pero con el mismo propósito de exterminar a la Revolución Cubana, continúa la Batalla en la lucha contra el terrorismo; por todos los objetivos del Juramento de Baraguá: el fin de la Ley Helms-Burton, Torricelli y de Ajuste Cubano; el cese del bloqueo y la guerra económica, entre otras medidas contra Cuba ; contra las consecuencias de la seria y grave crisis económica mundial, por salvar el medio ambiente; la paz mundial, así como por la educación y la cultura integral de nuestro pueblo.
Hay que continuar defendiendo nuestras ideas, que es solidificar nuestra ideología en una Patria con todos y para el bien de todos, con las mejores prédicas de Martí y Fidel a favor del amor y no odio, en una sociedad cada vez más justa y humana.
Y jamás olvidar que “ninguna idea triunfa así, fácilmente. Para que una idea triunfe hay que empezar a pensarla bien, hay que predicarla, hay que defenderla, hay que persuadir a mucha gente, y entonces al final la idea triunfa…” Fidel en la inauguración del Campamento de Pioneros José Martí, en julio de 1975.
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