Desobediencia, leña al fuego para la COVID-19

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En tiempos que todo cambió hay bastantes incumplimientos sobre lo establecido por las autoridades sanitarias cubanas y el Gobierno.


La lista de la desobediencia crece para más enfermos y fallecidos. Lamentablemente bulle la indisciplina, actitudes irresponsables de personas cumplidoras, en determinadas situaciones, como trampas de las conductas automáticas que ponen en riesgos hasta nuestras vidas.


Son lapsos de andar con la conciencia a full a nuestro lado, decidiendo cada uno hacia dónde va a dirigirla en el comportamiento adecuado, para que el cansancio o agotamiento pendémico no permitan favorecer las conductas insensatas o posturas negativas, aún siendo un ente estricto de los mejores actos.


Hay hasta quienes no controlan los impulsos y caen en desacatos a la autoridad, que participa en algunos ordenamientos en actividades públicas, un delito que se comete al calumniar, injuriar, insultar o amenazar a un agente del orden en el ejercicio de sus funciones o en ocasión de ellas, ya sea de hecho o de palabra.


Cuando una persona correcta comete tales hechos fallan en su proceder el auto control, que cada quien debe tener y se deja arrastrar por los primeros impulsos. El respeto a las autoridades, tanto del orden como sanitaria, en estos casos, evidencia el compromiso de cada persona.


Los momentos situacionales no deben sorprendernos, ni contribuir a preparar caer en incumplir cualquiera de las medidas orientadas para enfrentar esta Pandemia.


Hay comportamientos como si al único que jamás le va a pasar nada es a ti, o sea tú avión no se va a car, sino el del otro, de ahí la importancia de ser más autocritico de cada acción cotidiana, repasen las estadísticas solo de los accidentes del tránsito, que no son tan casuales.


Es momentos de llamar a la reflexión profunda, sin dejar nada por sentado, como convocar reuniones sin determinar si son o no imprescindibles, fiestas familiares u otros contactos, sin analizar, antes, que pueden ser una invitación a la irresponsabilidad, porque el resto de los participantes deben salir a las calles, llegar hasta el lugar y, en un ambiente distendido, puede facilitar practicar acciones irresponsables.


Debe revisarse hoy nuestras prácticas cotidianas, cuales son necesarias y como será mi comportamiento, para evitar esa axioma que “los grandes estrategas mueren en escaramuzas.” O quien quiso reclamar que solo no respetó la roja del semáforo una vez, suficiente para morir.


La tentación no debe gobernar, por ejemplo la persona fue a buscar el pan, al tenerlo baja el nasobuco y, en medio de la panadería, lo muerde.

 

No se puede favorecer la irresponsabilidad ni un instante, como lo reitera, cada mañana, el doctor Duran.

 

No nos sintamos relajados por considerarnos responsables, el comportamiento irresponsable pulula, puede ser hasta en instantes intrascendentes, pero ahora no se puede dar el lujo de cometerlo porque su costo puede ser fatal. El gran antídoto para cualquier ser humano es la responsabilidad.


Reflexionemos con el teólogo alemán, Martín Lutero “No somos responsables sólo de aquello que decimos, sino también de lo que no decimos.”

 

Author: Hilda Pupo Salazar
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Periodista especializada en temas de educación y valores. Autora de las columnas Página 8 y Trincheras de ideas.

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Comentarios  

# Marciano Ortiz Matos 17-05-2021 09:45
Vale el título de este trabajo y es porque la desobediencia es cantera de la indisciplina, siguen aumentado los contagios, las personas no acatan las orientaciones emitidas por las autoridades correspondientes, en los puntos de control, no se está siendo severo, siguen entrando vehículos de otras provincias, de autos del sector turismo que no son revisados, aunque vengan con los documentos necesarios, estos no impiden que vengan contagiados.
Esto me motiva a no entender como es posible que reporten a un positivo, que se contagió fuera de la localidad donde uno vive, incrementando el número de contagios en los lugares.
Se habla hasta de posibles sobornos a algunos agentes de seguridad.
Si las cosas continúan así, en vano es el sacrificio que hacemos los demás por acabar con la pandemia.
Creo se debe involucrar más a la seguridad del estado en esta lucha por la vida.
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