Polvo del desierto del Sahara

Al comienzo de la segunda semana de julio, los especialistas del Instituto de Meteorología han planteado la presencia de altas concentraciones de polvo del desierto del Sahara y la permanencia de ese tipo de nube.

Las nubes son generadas por las tormentas de arena del desierto y pueden alcanzar alturas de tres a siete kilómetros. Una vez formadas, avanzan al oeste y suroeste, impulsadas por el flujo de los vientos alisios, así se propagan por el océano Atlántico hasta alcanzar el mar Caribe y cubrir las Antillas mayores, incluida Cuba.

Estas nubes vienen cargadas de partículas que pueden ser altamente nocivas para la salud; puede contener minerales como hierro, calcio, fósforo, silicio y mercurio, así como virus, bacterias y otros compuestos.

Para nuestro país, el máximo de frecuencia de días con nubes de polvo del desierto del Sahara ocurre entre mayo y agosto, pero los picos se producen en junio y julio; hasta el momento se han comportado de manera inestable.