En Holguín primeros médicos con misión cumplida en Brasil
- Por Lourdes Pichs Rodríguez
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Fotos: Carlos RafaelLa lluvia también fue cómplice en la bienvenida ofrecida en la ciudad de Holguín a los ocho colaboradores de la Salud, que con la misión cumplida regresaron al país procedentes de Brasil, como parte del Programa Más Médicos, a través del cual unos 20 mil cooperantes cubanos han asistido a la población más pobres de esa nación suramericana desde el 2013.
Alfredo Aguilera.
Al filo de las nueve de la noche de este jueves los doctores fueron recibidos por principales dirigentes políticos y de la Dirección y el Sindicato de la Salud de la provincia en el cine teatro Ismaelillo, que les dio cobija ante las inclemencias del tiempo.
El canto y el verbo encendido acompañaron el abrazo y los saludos ofrecidos a los galenos Doraida Aldana Torres, Darlys Batista González, Martha Rosa Piriz Lao, Adela Cedeño Domínguez, Miguel José Sánchez Salinas, Hugo Jaime Rodríguez Álvarez, Aidee Mercedes Laborge Angulo y Alfredo Aguilera Jardines, quienes durante tres años laboraron en zonas intrincadas de Brasil.
En nombre del grupo, el más joven de los ocho, el doctor Hugo Jaime, especialista en Medicina General Integral, dijo que aunque agotados por tantas horas de viaje se sentían felices por estar de vuelta en la tierra que los vio nacer y ayudó a forjar como profesionales.
“Acá continuaremos haciendo lo que estamos acostumbrados hacer como médicos humanistas y solidarios y dispuestos a cumplir la misión que nos sea encomendada”.
Sobre el presidente electo de Brasil apuntó que “él por su dinero y poder seguirá siendo atendido en los mejores hospitales de su país y el mundo, pero los pobres que solo nos tenían a nosotros van a sentir la partida de los cubanos”.
Alfredo Aguilera.Al doctor Alfredo Aguilera no le importó el cansancio para animadamente compartir su experiencia en Capinzal do Norte, municipio brasileiro del estado de Maranhão (Marañón), donde fue el único médico para atender a una población de más de 10 mil habitantes, sin costumbres de tener a la mano un profesional de la salud, que visitara al enfermo en su casa, ofreciera consultas a las embarazadas de más de 30 minutos o que, simplemente, la silla del paciente estuviera al lado del buró del galeno.
Por eso trae consigo miles de historias cuyos protagonistas son, en su casi totalidad, gente humilde que lo acogió como uno más de la familia y también como premio lo acompaña la condición de Ciudadano Ilustre, entregada por la municipalidad en reconocimiento a su trabajo.
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