Tras las huellas del doctor Roberto Rodríguez Córdova
- Por Claudia Patricia Domínguez
- Hits: 3814
Más allá de los grados científicos o los títulos académicos que respaldan a medio siglo dedicado al magisterio Roberto Rodríguez Córdova es uno de esos hombres que nos enorgullece conocer, no solo por el acervo cultural o experiencia acumulada sino por la sencillez con la que es capaz de narrar sus no pocas proezas.
A sus 80 años el doctor en ciencias y primer rector de la Universidad de Holguín continúa involucrándose con la misma pasión y entrega, tanto a las aulas universitarias como a diversos proyectos que gestionados desde esta provincia nororiental cuentan con su colaboración.
Natural de Santa Cruz del Norte, localidad perteneciente hoy a la provincia de Mayabeque Roberto colaboró en acciones de apoyo al Movimiento 26 de Julio, período en el cual la difícil situación económica que atravesaba lo obligó a abandonar sus estudios y trabajó como ascensorista.
Luego del triunfo de la Revolución Cubana y laboró como contador en el Ministerio de Trabajo y en el año 1961 acudió al llamado que hiciera Ernesto Che Guevara, entonces ministro de industria, sobre la necesidad de formar ingenieros en minas, esencial para el desarrollo de este renglón económico en la nación caribeña.
“Partí para Checoslovaquia en el mes de noviembre para recibir primero una preparación idiomática y en áreas de las ciencias exactas como base previa al estudio de la carrera, dentro de la cual opté por una especialización que formaba a ingenieros economistas en minas, perfil que correspondía con mis intereses y formación”.
A pesar de los tropiezos iniciales de estudiar en un país cuya cultura, lengua y hasta el clima distan mucho de la mayor de las Antillas pronto demostró toda su audacia y capacidad pedagógica al elaborar, junto al doctor Alexander Morozov, los folletos didácticos para la asignatura de Economía de la Industria Minera llegando a ostentar la categoría de “instructor no graduado”.
“Definitivamente fue este el punto de partida que me abrió para siempre las puertas del magisterio, y a ese profesor le debo además el haber encontrado un vínculo afectivo con la especialidad a partir de su simpatía con el pensamiento del Che y el proceso de industrialización que por esos años se desarrollaba”.
Sin embargo, afectaciones de salud lo obligan a regresar a Cuba al terminar el tercer año, enfrentando nuevos obstáculos, pues la especialización que estudiaba no existía en el país, situación que lo hizo doblegar esfuerzos en materias prácticamente desconocidas.
En el año 1967 en la Universidad de Oriente obtiene el título que lo acredita como Ingeniero en Minas y comenzó a desempeñarse casi de inmediato como vice-decano y luego decano de la facultad obrero campesina de la región norte de la provincia de Oriente.
Las experiencias acumuladas en estos primeros años de graduado lo llevaron a encargarse poco tiempo después de la dirección de las unidades docentes de Nicaro y Moa hasta que a fines de 1972 una llamada de Rafael Almeida, entonces rector de la casa de altos estudios, lo instó a cambiar nuevamente su rutina, esta vez trasladando su buró y familia a unos 180 kilómetros.
La misión no era otra que hacer realidad el sueño del pueblo holguinero de contar con su propia Universidad, petición que fue hecha desde el primer encuentro de sus habitantes con Fidel el 26 de febrero de 1959 reunidos desde el balcón central de La Periquera, en el casco histórico de la ciudad.
“A partir de ese momento comenzó un bello y edificante trabajo consistente en intercambiar con pedagogos, médicos, periodistas y abogados para conocer la disposición de constituir un claustro de profesores adjuntos que diera respuesta al desarrollo de distintas carreras universitarias y llegué a tener incluso, maestros que trabajaron los primeros cursos gratuitamente”.
Director del sistema provincial de educación y delegado del Ministerio de Ciencia Tecnología y Medio Ambiente fueron otras de las tareas que asumió Córdova y que siempre combinó con la investigación científica y la docencia.
Su más reciente texto “Auditoría Ambiental en la dirección empresarial” publicado por ConCiencia Ediciones, casa editora de la Universidad de Holguín, refleja su preocupación por la aplicación de correctas estrategias ambientales, las cuales deben tomarse en cuenta desde la fase inicial del proyecto inversionista.
“La principal motivación que me llevó a escribir este texto fue la ausencia de materiales capaces de orientar cómo debe aplicarse y controlarse un sistema de gestión que contribuya a la protección del ecosistema y que incluya por igual el factor social, económico y ambiental.”
Profesor titular de la Universidad de La Habana, Profesor de Mérito y Doctor Honoris Causa de la institución holguinera apenas son algunas de las decenas de distinciones que avalan el buen desempeño de Roberto en todas estas décadas de intenso trabajo.
Roberto Rodríguez Córdova es hoy patrimonio de Holguín, así categóricamente pues son muchos los sectores y localidades de la geografía nororiental que han quedado marcadas con sus huellas.
Roberto Rodríguez Córdova es hoy patrimonio de Holguín, así categóricamente pues son muchos los sectores y localidades de la geografía nororiental que han quedado marcadas con sus huellas.
La vida lo trajo a esta tierra y el amor fue su principal cómplice para que su paso fuese eterno, en él la teoría y la práctica se complementan, sin embargo, la sencillez y el humor es lo que realmente hace a su personalidad distintiva y querida por todos los que lo conocen.
Artículos relacionados:
Comentarios