Litza Elena González Desdín: “Soy orgullosamente holguinera, cubana”

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Hay liderazgos auténticos que se ganan por la coherencia y la madurez de sus ideas; así se puede identificar a Litza Elena González Desdín, Presidenta Nacional de la Federación Estudiantil Universitaria (FEU) de Cuba. Nacida en el municipio de Banes, aquí en Holguín, ella trae impregnada la frescura del oriente cubano y la profundidad en sus ideales.

Su sonrisa es franca, su mirada, atenta y directa. Es una joven de una alegría serena, rasgo que nace de la seguridad en lo que hace y en los conceptos que defiende. Ríe con facilidad cuando recuerda anécdotas de su tierra o de su paso por las aulas, pero en un instante puede pivotar hacia un análisis denso y bien fundamentado sobre los desafíos de la universidad cubana actual. Es en ese contraste donde se revela su esencia: la capacidad de conectar con la naturalidad de su juventud, pero con la gran madurez y justeza que la caracterizan.

Litza no es solo la Presidenta de la FEU. Es la síntesis de una generación: la jovialidad que no rehúye la profundidad, la sencillez que esconde una fortaleza extraordinaria y la madurez precoz que nace del amor a su tierra y a su gente. Con los pies bien puestos en el suelo y la mirada en el horizonte de la Educación Superior, representa un liderazgo con sello propio: cercano, pensante y genuinamente revolucionario.

¿Cuál es el lugar que ocupa Holguín en tu vida?

“Estoy muy orgullosa de haber nacido en mí provincia Holguín. El sentimiento es mayor al ser el territorio que vio nacer a nuestro Comandante en Jefe, Fidel Castro Ruz. Soy de Macabí en el municipio de Banes, allí cursé las enseñanzas primaria y secundaria; en Holguín transité el nivel medio superior en el Instituto Preuniversitario Vocacional de Ciencias Exactas "José Martí" y ahora estoy en la Universidad de La Habana.

“A pesar de estar lejos siempre recuerdo mis raíces, me gusta mucho volver al lugar donde crecí y me formé, esa Patria chica en la que se encuentran las personas que me han acompañado en cada paso de mi vida”.

Detrás de esta muchacha íntegra, hay un pilar fundamental: su familia. Al mencionarlos, su voz se suaviza y su rostro se ilumina con una expresión de gratitud profunda. No duda en remarcar que son su “base inquebrantable”, el espacio donde recarga las energías y del que bebe los valores que hoy la guían. Esa raíz familiar, banense, humilde y firme, explica en gran medida la solidez emocional y el sentido de la responsabilidad que exhibe.

“Son muchas las personas que me han acompañado y han sido protagonistas a lo largo de mi vida. Mis padres han sido mi motor, impulso y fuerza, siempre apoyándome en todo lo que me propongo, al igual que el resto de mi familia, cuyo papel es clave en cada paso que doy. También guardo un profundo compromiso y agradecimiento hacia mi abuelo, quien ya no está físicamente, pero de quien heredé el amor por nuestro país y por la Revolución.

“A ellos se suman mis maestros, quienes fomentaron mi formación integral, y mis compañeros de la FEU, a quienes agradezco de corazón su fidelidad, sinceridad y amor, especialmente a Ricardo Rodríguez González, de quien asumí esta responsabilidad como Presidenta Nacional, que llevó con tanto compromiso. Finalmente, una inspiración moral fundamental es sentirnos acompañados por nuestro Comandante en Jefe, por Mella y por José Antonio Echeverría, lo cual refuerza mi devoción y fidelidad eterna hacia aquellos que, estén presentes o no, me acompañan en cada paso”.

¿Qué significado engloba la Federación Estudiantil Universitaria?

“La Federación Estudiantil Universitaria representa la continuidad histórica y el sentir del estudiantado cubano, encarnando los principios fundacionales establecidos por Julio Antonio Mella el 20 de diciembre de 1922. Es una organización que ha sido decisiva en los procesos clave del país, demostrando la responsabilidad del estudiantado y la confianza depositada en ella por la Revolución, a la que defendió, acompañó y vio triunfar.

“Más que representar los intereses de los estudiantes durante su etapa universitaria, la FEU es la organización estandarte que defiende las conquistas de la Revolución, manteniendo viva su impronta dentro del proceso revolucionario y actuando como paradigma de continuidad en la defensa de esos ideales fundacionales”.

Litza destaca que asume su alta responsabilidad no solo de manera individual, sino colectivamente, junto a un equipo de organización compuesto por miembros valientes y comprometidos. Subraya que el trabajo se realiza de manera conjunta con todos los estudiantes universitarios, buscando que el sentir de la organización sea un fiel reflejo de lo que experimentan los estudiantes.

¿Cuáles son los principales legados del proceso de Post X Congreso que buscas consolidar y marcar una diferencia?

“El proceso Post X Congreso representó un significativo paso de crecimiento para la organización, después de dos años del 10mo Congreso Nacional, para impulsar una revitalización desde la brigada. Este impulso buscó no solo que cada actividad universitaria tuviera repercusión y fortalecimiento, sino también inspirar desde la brigada como base fundamental.

“Así, se generaron movimientos que extendieron el trabajo más allá de las aulas y facultades, llegando a las residencias estudiantiles y a las comunidades cercanas, integrando a la sociedad en un proceso de construcción constante. Además, el Post Congreso permitió reimpulsar el proyecto estratégico consolidado con metas e indicadores fortalecidos, cuyo objetivo es tener un control a nivel nacional, definir las etapas y objetivos organizacionales, adaptando su comprensión y aplicación a las particularidades de cada universidad para que este trabajo se refleje en el sentir de los estudiantes y consolide el quehacer de la organización”.

¿Qué habilidades o fortalezas crees que son las más importantes para un líder?

“Entre las múltiples habilidades esenciales para un líder, considero fundamental consolidar un fuerte trabajo en equipo, donde el reconocimiento sea colectivo y no individual, y todos actúen con compromiso para mantener el paradigma de la organización. Esto debe construirse desde la unidad, el entusiasmo característico de los jóvenes universitarios y, sobre todo, desde la capacidad de saber escuchar, una habilidad que se desarrolla con la experiencia ante los desafíos cotidianos.

“Igualmente crucial es ser consecuente, entender que cada situación es única, saber estar en los momentos correctos y defender con firmeza lo justo, incluso cuando se intente desequilibrar nuestra postura, para no permitir que se socaven los valores de una organización que acompaña constantemente a la Revolución y representa dignamente al estudiantado. En definitiva, el trabajo en equipo consolida la fuerza y la unidad, y es la base que permite lograr todos los objetivos propuestos de la mejor manera”.

Combinar la responsabilidad de dirigir la FEU con la vida académica como estudiante universitaria requiere de una gran disciplina. ¿Cómo logra ese equilibrio y qué sacrificios ha implicado asumir este rol?

“Asumir la dirección de una organización histórica como la FEU conlleva una altísima responsabilidad, que debo compaginar con el riguroso y complejo proceso académico de la carrera de Lenguas Extranjeras, la cual requiere mucha práctica y preparación; por ello, es fundamental encontrar el equilibrio exacto, asumiendo el compromiso de dirigir sin perder la esencia de nuestro principal deber, que es estudiar y formarnos para el futuro.

“En esta etapa de sacrificio, mi mayor motivación será honrar la generación del centenario del Comandante, lo que nos dará la fuerza para hacerlo bien todos juntos. Debemos ser un ejemplo para los estudiantes, demostrando que la FEU es abanderada de la docencia, defendiéndola como el deber esencial del estudiante y rescatando esa esencia, a la vez que forjamos las habilidades de liderazgo que serán la base fundamental de lo que seremos mañana, siempre enfocados en todo lo que esta nueva etapa tiene determinado para la organización”.

El cierre de la plenaria del Consejo Nacional en el que fuiste electa como Presidenta Nacional fue un “sentido juramento de fidelidad a Fidel en el año de su centenario”. ¿Qué significa el compromiso pactado?

“El juramento se traduce en fidelidad a nuestro Comandante, especialmente en este año centenario, lo que significa actuar con unidad, fortaleza y convicción para cumplir nuestras metas, defendiendo la Revolución y sus conquistas frente a quienes intentan arrebatar sueños con mentiras. Los estudiantes universitarios, conscientes de las dificultades cotidianas que también afectan a sus familias, tienen la responsabilidad de estar en esa trinchera, aportando desde su formación para mejorar cada día y servir al país, asumiendo con éxito esta alta responsabilidad como la mejor manera de ser fieles a nuestro eterno líder, Fidel”.

Quisimos terminar con el famoso cuestionario de Bernard Pívot, para conocer más sobre Litza:

¿Cuál es tu palabra favorita?

Esperanza.

¿Cuál es la palabra que te desagrada?

Mentira.

¿Qué es lo que más te gusta hacer?

Leer, conversar, cocinar y pasar tiempo con la familia.

¿Cuál es el sonido que más te gusta?

Las olas.

¿Qué profesión no te gustaría tener?

Algo relacionado con las matemáticas.

¿Qué profesión, además de la que tienes, te gustaría ejercer?

Psicología o la historia.

Author: Liban Fernando Espinosa Hechavarría
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Siento al ¡ahora! como mío y afirmo, sin miedo a equivocarme, que este periódico sexagenario es parte de lo que somos todos los holguineros.

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