Labores en Felton y producción de níquel, prioridades en Holguín
- Por Maribel Flamand Sánchez
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En la termoeléctrica Lidio Ramón Pérez, de Felton, en el municipio holguinero de Mayarí, se libra una batalla campal por la generación de electricidad suficiente para acabar con los apagones y contra el tiempo. Varias decenas de hombres y mujeres asumen allí complejas labores de reparación en la Unidad 2 optimizando cada proceso para concluir en un plazo inferior al previsto.
Así lo constató el Comandante de la Revolución Ramiro Valdés Menéndez durante una visita de trabajo a la central térmica la jornada de este jueves, acompañado por Liván Arronte Cruz, ministro de Energía y Minas; Ernesto Santiesteban Velázquez, miembro del Comité Central y primer secretario del Partido en Holguín, y Julio César Estupiñán Rodríguez, gobernador de la provincia.
De acuerdo con la explicación de Euclides Rodríguez, director técnico, se avanza y ha sido posible reducir el periodo de los procesos de mantenimiento. Detalló acciones en marcha, como el montaje de la turbina para aumentar su confiabilidad y la carga del bloque a un estimado mínimo de 220 mega watts (mw), así como disminuir salidas imprevistas.
Los pronósticos indican que hacia finales de ese mes la Unidad 2 pueda sincronizarse al Sistema Electroenergético Nacional.
El titular de Energía y Minas, informó la salida próxima de la Unidad 1, para mantenimiento ligero, consistente en limpieza de la caldera por un periodo aproximado de 10 días. Es la primera vez que se realizará este lavado, luego de un año de explotación del bloque, necesario ante la disminución progresiva de la potencia por suciedad en el inmenso recipiente de metal y otros dispositivos, como el condensador.
Historias de compromisos y empeños
En la Felton por estos días se tejen historias de dedicación, esfuerzo, sacrificios, como la del habanero Ricardo Bonora Freijó, ingeniero de la oficina central de la Empresa de Mantenimiento a Centrales Eléctricas, alejado de su hogar, la esposa, los nietos… desde hace tres meses, “pero mi compañera conoce la importancia de mi trabajo y me apoya”.
Es uno de los especialistas principales de los calentadores de aire regenerativo (CAR). “A las 6 de la mañana estoy en pie para comenzar la pelea a las siete y no terminar hasta las 7 y 30 o las 8 de la noche”, asegura con la satisfacción reflejada en su rostro de cincuentón acostumbrado al fogueo que siempre conllevan las reparaciones en una termoeléctrica.
Señala con su diestra hacia un grupo de hombres, lucen diminutos trepados a una inmensa mole de hierro. Así son casi todos los equipos de este tipo de plantas, enormes, complejos, imponentes: “Estoy al frente de este colectivo que no se acoge a horarios cuando las circunstancias lo requieren, con regularidad enfrentamos eventos de más de 12 horas con una actitud muy buena de los hombres, jóvenes muchos, pegaos´ desde que llegan.
“No podemos pensar en el cansancio ante la situación tensa del país con la generación de electricidad, hace falta que la población también esté consciente del sacrificio de estos trabajadores. Cuando existe una avería no hay descanso, podemos estar dos, tres días y hasta que no se resuelva el problema no se para”, asegura quien confiesa tener una historia anterior en esta planta, de hace tres años, cuando vino a montar el CAR de la Unidad 1.
Otro que pasa más tiempo en la Felton que en su hogar es Víctor Hugo González Quiala, director de la UEB Generación Térmica, con 25 años en esta otra casa que hoy requiere atención consagrada: “Para mí todos los días son de trabajo, de 6 de la mañana a las 7 de la noche. En un proceso productivo tan complejo como este los hombres tienen que poner mucho empeño en las tareas para mantener la disponibilidad de las máquinas”.
Ruidos disímiles interferían nuestro diálogo en el interior de la ciudad de hierro: golpes de martillos sobre metal, el sonido típico del aparto para soldar, el silbido ensordecedor del aire impulsado por un compresor… “No puede ser de otra manera donde se trabaja en un escenario complejo, en acciones diversas al mismo tiempo, más el compromiso de devolverle al pueblo, lo más pronto posible, la estabilidad en el servicio de electricidad.
“En la planta hay combustibles, aceite, vapor, ocurren salideros de sustancias, que además de la afectación tecnológica, dañan la salud de los hombres, por eso han de repararse sin dilación, y dedicarle el tiempo necesario.
“La familia es la que más esfuerzo hace para que uno pueda mantenerse en el trabajo; la esposa asume labores que habitualmente yo realizo y los muchachos reclaman porque estoy siempre en el trabajo. Pero lo importante ahora es llegar a la sincronización del bloque, un momento reconfortante que traerá felicidad para mucha gente”.
Con los hombres del níquel
La prioridad concedida por la máxima dirección del país a la producción de níquel llevó a Valdés Menéndez hasta otro municipio holguinero: Moa.
En la planta Che Guevara intercambió con quienes hacen posible la extracción, procesamiento y producción de uno de los principales rubros de la economía cubana sobre el cumplimiento del plan y las causas que lo impactan negativamente.
Reflexionó en torno a lo imperioso de la recuperación de los índices productivos para que no se pierda una sola tonelada de níquel, qué se hace en ese sentido y el nivel de comprometimiento de la Universidad con la solución de los problemas de la industria.
En la Che Guevara no se renuncia al cumplimiento del plan y una de las direcciones para lograrlo es el adelanto en el programa de reparaciones capitales en el que están inmersos, como la recuperación de los hornos de reducción.
La fábrica Pedro Sotto Alba cerró mayo con sobrecumplimientos en la producción de níquel más cobalto, se proyecta que junio sea también un buen mes, por lo que los pronósticos son favorables para recobrar atrasos que se arrastran de meses anteriores.
Aquí también se asume un proceso inversionista ralentizado por las dificultades para adquirir piezas de repuesto, pero los hombres y mujeres de cascos multicolores no desmayan en su afán, sabedores de cuánto significa el mineral para la economía de la nación.
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