“La música nos viene de siempre”

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Fotos: Cortesía de la entrevistada

Lady Laura Brown Monier es una apasionada docente y artista que dedica su vida a la música, un legado que se remonta a sus raíces familiares. Se graduó en dirección coral en la Escuela Profesional de Música José Maria Ochoa Correa y ostenta un título en canto lírico. Siendo fundadora del grupo Vocal Monier y jefa de cuerda de los bajos en el Orfeón Holguín, su vida está marcada por la música, que ha sido una constante desde su infancia.

"Mi abuelo era carpintero, lutier y cantaba. Era trovador y tenía una voz de tenor excelentísima", recuerda Lady Laura.

La influencia familiar fue fundamental en su decisión de dedicarse a la música: "Mi familia se encargó de encaminarme. La música nos viene de siempre, así que era evidente que continuaría por ese camino".

A lo largo de su carrera, los valores familiares han sido sus guías. "La responsabilidad, la fidelidad y no dejar nada para después si lo puedes hacer ahora son principios que me han acompañado", afirma. Sin embargo, ser profesora y artista a la vez no es tarea fácil. "Es bien difícil, pero uno se adapta a hacer las dos cosas", dice con determinación.

Fuera de la música, también tiene pasiones que la complementan. "Me gustan los deportes, soy aficionada a verlos, y disfruto mucho de leer y ver televisión", confiesa. Aunque actualmente no está leyendo nada específico, menciona autores como Amir Valle, Paulo Coelho y Gabriel García Márquez entre sus lecturas.

La motivación diaria de Lady proviene de su amor por la música y el arte. "Me gusta lo que hago, mi pasión es enseñar", asegura con una sonrisa.



Comenzó su formación musical formalmente en la Escuela Elemental de Arte, donde estudió piano desde tercer grado antes de cambiarse a dirección coral. En este camino, ha tenido mentores significativos, como su tía Milagros y su maestra Maura Leipin Galbán, quienes han dejado huella en su desarrollo artístico.

Además del piano y el canto, ha aprendido a tocar el cuatro durante una misión en Venezuela. "Es un instrumento de cuerdas pequeño, parecido al tres", explica, mostrando su versatilidad musical.

Su trayectoria profesional comenzó rápidamente después de graduarse, cuando fue ubicada laboralmente en la escuela de arte y en el Orfeón Holguín. "Mi primer trabajo formal como cantante fue en esta agrupación coral", recuerda.

Sobre las dificultades que presenta la enseñanza musical en el contexto actual reflexiona: "En estos tiempos es complicado enseñar. Las carencias son unos de los principales retos. Luego está lograr que los estudiantes atiendan y entiendan, que es lo más difícil", confiesa. Para ella, uno de los mayores desafíos es conseguir que sus alumnos se concentren en las lecciones, ya que la música y otros ruidos ambientales los distraen a menudo. "Este trabajo es complicado; lleva un nivel intelectual y un nivel de concentración bastante alto", añade.

La satisfacción de ver el progreso de sus alumnos es lo que más valora en su labor docente. "Cuando ya hacemos las presentaciones artísticas, ver el resultado final, ese logro de mis estudiantes, me llena de orgullo", expresa.

Ella tiene un amplio recorrido musical y ha incursionado en diversos géneros. "Creo que ya he pasado por todos, desde la música folclórica hasta la música clásica y popular". Recientemente, tuvo una experiencia única al recibir una obra original en lengua maya de un amigo suyo. "Monté esa obra con los niños; era una de las sorpresas que quería darles. Canté en maya, algo que jamás pensé que podía pasar", relata emocionada.

Desde la fundación del grupo Monier en 2009, ha vivido numerosas alegrías junto a sus familiares músicos, quienes comparten su pasión por el arte. Expresa que su experiencia en el grupo es profundamente enriquecedora y gratificante. Además, enfatiza la importancia de la comunicación y la confianza entre los integrantes. "Todos sabemos exactamente de qué estamos hablando, qué estamos haciendo y cómo, por lo tanto, hay que hacerlo correctamente siempre", asegura.

Esta conexión no solo fortalece su trabajo musical, sino que también les permite superar los retos juntos, convirtiendo cada desafío en una oportunidad para crecer y aprender como artistas.

En relación con su experiencia en el Orfeón, expresa una profunda satisfacción que trasciende lo meramente profesional. "He tenido la fortuna de vivir momentos maravillosos aquí. El trabajo que realizamos es realmente hermoso".

Además, resalta la amistad que ha cultivado con sus colegas: "La relación que tenemos va más allá de lo laboral. Nos reímos juntos, compartimos anécdotas y nos apoyamos en todo momento. Hay un lazo especial que nos une, y eso crea un ambiente cálido que enriquece nuestra labor artística".

Recientemente, Lady tuvo la oportunidad de cumplir uno de sus sueños: cantar como solista acompañada por una orquesta en la clausura del primer festival de agrupaciones vocales, Vocalis. "Fue ahora, al cabo de mucho tiempo que llevo en el arte. Esta oportunidad fue la que más me ha emocionado".

Sobre la música y el arte comenta: "Son fundamentales en cada sociedad. El arte permite a las personas ver el mundo desde una perspectiva diferente y sentir pasión por lo simple. El artista lo hace porque le gusta, porque le nace, porque lo estudió", enfatiza, desmitificando la idea de que los artistas solo buscan recompensas monetarias.

En cuanto al canto coral, asegura que sigue vivo y es esencial seguir incentivándolo. Su experiencia con Vocalis reafirma su creencia en la importancia de compartir y confraternizar a través de la música. Esta primera edición demostró que hay motivos suficientes para ello.

Al preguntarle cuál era su visión acerca del éxito, contestó: "Es algo que, luego de mucho esfuerzo y mucho trabajo, a veces llega. Para mí no es un destino final, sino parte del camino recorrido. Valoro más el proceso".

Reconoce que los obstáculos han sido muchos a lo largo de su carrera. "Siempre los hay. Desde personas que no te quieren ayudar, hasta aquellas que se interponen e intentan hacer daño", comenta. Sin embargo, resalta: "Para eso está la perseverancia, para eso está el esfuerzo, el estudio, el talento, el impulso, el apoyo, la mano amiga de la familia y las palabras de aliento. Eso hace que no importe cuántas entropías haya, uno llega".

Con una visión clara hacia el futuro, Lady Laura expresa su deseo de continuar con sus actividades actuales. "Queremos seguir el evento vocal y hacer más conciertos. Estoy pensando en realizar uno con mis niños, quizás el año que viene", revela. Además, menciona su intención de incluir a la coral universitaria en esta presentación. "Hemos compartido, pero no hemos hecho conciertos completos. Quiero que sea uno solamente de ellos, de las dos agrupaciones vocales".

A pesar de su apretada agenda, ella encuentra momentos para relajarse. "Me gustan los cafés; sentarme a relajarme un rato después del trabajo", confiesa. Para ella, disfrutar de buena música en un ambiente acogedor es esencial. "Me gusta ir a la peña de Norberto Leyva, a lugares tranquilos… Cosas así que le permiten a uno oxigenarse de tanto trabajo constante", dice con una sonrisa.

Lady Laura Brown Monier, guiada por su pasión y su deseo inquebrantable de compartir su arte con las nuevas generaciones y preservar la tradición familiar que tanto ama, apuesta por seguir inspirando a quienes la rodean, porque como dijo el músico argentino Astor Piazzolla: "La música es el arte más directo, entra por el oído y va al corazón".


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