Upec, entre cambios revolucionarios
- Por Liban Fernando Espinosa Hechavarría
- Publicado en Holguín
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El 15 de julio de 1963, en el hotel Habana Libre, nació la Unión de Periodistas de Cuba (Upec), anclada en el pensamiento martiano: “Tiene tanto el periodista de soldado”. Nuestra prensa se integraba en lo que Ernesto Vera llamó la primera organización periodística de nuevo tipo en el hemisferio occidental.
Seis décadas después, la Upec, con más de tres mil afiliados en todo el país, se empeña en contribuir a la construcción de un nuevo modelo de prensa para el socialismo cubano, sustentado en la transformación de la gestión editorial y económica del sistema de medios públicos. Con la celebración de su XI Congreso, en noviembre próximo, la Upec conmemora su 60 cumpleaños, apoyada en la vocación de aquella idea de Fidel: “Cambios, sí, pero cambios revolucionarios”.
Historia en Holguín
En Holguín se constituyó, como en toda Cuba, en 1963, bajo el signo de la unidad de los profesionales revolucionarios de la prensa. Desde entonces, la organización se estableció como la representante genuina de sus afiliados.
Desde su fundación, el gremio en Holguín eligió como presidentes a Mérido Gutiérrez Rippe, Irma Armas Fonseca, Elías Pavón Tamayo, Mildred Legrá Colón, Ezequiel Hernández Gómez, Roberto Ortiz del Toro, Félix Hernández Rodríguez y Fidel Troya García, respectivamente.
Con alegría y satisfacción, Ezequiel Hernández recordó su periodo como presidente de la Upec en Holguín: “En la época que trabajé en la organización, hubo grandes momentos de efervescencia. Fueron etapas donde la principal preocupación del ejecutivo era el integrante de la organización, desde el punto de vista familiar, económico y profesional. Fue para mí un honor pertenecer a la Upec y llevar sus riendas en nuestro territorio”.
Para regocijo de todos, en 1994 se fundó, en la calle Aricochea, entre Máximo Gómez y Mártires, la Casa de la Prensa, donde se han tejido anhelos, sueños y realidades del periodismo revolucionario holguinero.
La Upec en Holguín tiene más de 150 miembros, distribuidos en 16 delegaciones de base, en funcionamiento en los municipios de Moa, Sagua de Tánamo, Mayarí, Gibara, Banes, "Urbano Noris", "Calixto García" y en el cabecera, aunque en todos los territorios de la provincia hay miembros en activo o jubilados, mientras varios recién graduados de la carrera de Periodismo y otros profesionales tienen en proceso su expediente para su incorporación a la organización.
Transformando las formas de hacer
Actualmente, se considera que todas las personas son capaces de hacer periodismo y realmente no es así; hoy, más que nunca, el periodismo debe marcar la diferencia, cambiando justamente las formas de hacer. Le corresponde al profesional de la prensa actual y a la universidad enseñar a entender y comunicar la realidad de una forma crítica, mesurada y equilibrada.
Sobre la relación Casa de la Prensa-academia, nos comentó Luis Felipe Maldonado Llaudy, profesor de la carrera de Periodismo y miembro del ejecutivo de la organización en la Casa de Altos Estudios: “La Upec en Holguín fue la impulsora principal para que existiera una carrera de Periodismo en la provincia. Por más de 15 años, los vínculos han sido múltiples, entre ellos: festivales, coloquios, conferencias, intercambios de ideas, capacitación, postgrados...
“Aunque tenemos una relación estrecha desde el mismo momento en que se fundó la carrera, se hace necesario rescatar esa agenda conjunta”, aseveró también Maldonado Llaudy.
“La relación de la academia con la Upec es muy estable y buena, lo que, como en toda familia, también hay insatisfacción. Nosotros consideramos que el claustro de profesores que tiene sobre sus hombros la tarea de preparar a los jóvenes periodistas lo hace bien; pero, en el mejor sentido de la palabra, existe un reciclaje de los mismos alumnos que se gradúan para impartir clases; entonces existe una fortaleza que es poseer frescos los conocimientos académicos, pero surge la debilidad: la falta de práctica que, sin embargo, le sobra a un grupo de viejos, que no tenemos habilidad y categoría docente. No se trata de una confrontación, sino de una relación que complemente e incremente los vínculos y eleve la calidad de la enseñanza”, reflexionó sobre el tema Germán Veloz Placencia, actual presidente de la Upec en el territorio holguinero.
El camino hacia el cónclave de los cambios
Urge un nuevo modelo de prensa pública, a tono con las complejidades del siglo XXI. Con el propósito de saldar las deudas del modelo de prensa del socialismo, descritas preclaramente, entre otros, por Julio García Luis, en sus reflexiones sobre el Socialismo, la Revolución y el Periodismo, se convocó en el año 2022 al XI Congreso de la Upec.
Sobre el talón de Aquiles de la praxis periodística en Cuba, Iris Torres Miranda, jefa del Departamento Informativo del canal Telecristal, nos comenta: “El triunfalismo, más que un punto débil en nuestra praxis, es una mancha que se ha propagado hasta las fibras de nuestro quehacer. Desterrarlo por completo de nuestros modos de hacer y decir es obligatorio, para reconquistar a los públicos que hemos perdido, solidificar vínculos con los que mantenemos, y convertirnos en el asidero informativo de los sectores de la audiencia que aún vagan dispersos”.
“El cambio es necesario en el sistema de prensa pública de nuestro país, porque las rutinas actuales quizá no son las más coherentes con el contexto en el que estamos viviendo. Es obvio, el cambio lo ejecuta el capital humano, conocedor de lo que hace falta al ejercicio del periodismo en nuestro país, para poder conquistar a las audiencias, ahondando en lo que le preocupa, haciéndolos partícipes sobre lo que ellos quieren saber o hablar, y siendo más analíticos al profundizar en los problemas que tenemos en nuestra cotidianidad”, dijo Grethell Cuenca Durán, miembro del Ejecutivo de la organización en la provincia.
No se trata de criticar nuestra realidad, ni de verla con complacencia, se trata de ver justo en medio y saber hacia dónde el criterio puede ayudar a la formación de la opinión pública y más que eso, a la movilización de las personas para que participen en esa solución.
“Las audiencias actuales exigen que los periodistas sean más críticos y que su trabajo se parezca más a la agenda pública. Eso disgusta a mucha gente, que no desea ver sus deficiencias publicadas en un medio. Por eso, siempre he dicho que hay verdades que deberían firmarse como gremio y así ejercemos la fuerza que posee nuestra Unión de Periodistas”, apuntó el docente Luis Felipe Maldonado.
El XI Congreso deberá no solo reconocer, sino contribuir a desarrollar el carácter estratégico de la comunicación, entre los pilares de la gestión de Gobierno en Cuba, con una trasformación profunda y audaz del modelo comunicacional de nuestra sociedad. Un proceso que se ha ido fomentando con la aprobación de la Política de Comunicación del Estado y del Gobierno en 2018, que abre el camino a la Ley de Comunicación Social y al avance del proyecto de una Ley de Transparencia. Y para todo ello, urge avanzar hacia nuevos modelos de prensa, con políticas editoriales y económicas más autogestionadas.
“La Upec es la única responsable de sus logros, victorias, deficiencias e insuficiencias; por lo tanto, somos nosotros, los miembros, quienes tendríamos que llevar a la Upec a una posición superior. Tenemos que lograr hacer, desde la base, análisis y retrospectiva, es en la base de donde parte la responsabilidad del periodista, de todos los días ser capaz de formularse preguntas sobre las insuficiencias que él tiene y las que tiene el medio donde trabaja. Si se les pregunta, ¿cuál es la respuesta? Solucionarla. Entonces, no hay que esperar a un Congreso...”, opinó Veloz Placencia.
Todas esas transformaciones tan complejas no se pueden enrumbar ignorando la historia y el legado unitario de la Upec, su defensa de los intereses gremiales, en la búsqueda de un Socialismo más democrático y de la unidad con otras organizaciones homólogas dentro y fuera de Cuba. Hoy, más que nunca, el periodismo tiene que ser protagonista de ese estado intermedio entre lo que sucede en Cuba y lo que piensa la gente, sobre todo, para construir día a día un país mejor.
Fidel creía firmemente que de la transformación de la prensa, de su modernización, de su nivel de crítica y autocrítica, de su capacidad y autonomía, dependía la profundidad de las transformaciones a escala de toda la sociedad. Y cuando el campo socialista se venía abajo y comenzó el Período Especial, momento sumamente complejo y peligroso para Cuba, exhortó a no detener las transformaciones y dijo: “¡Cambios, sí, pero cambios revolucionarios!”
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